domingo, 12 de julio de 2009

Mareos de Domingo

Me duele un poco la cabeza, así que lo más probable es que no sea lógica. O tal vez me atraviese un rayo de comprensión cósmica y desbarre sabiduría, pero lo dudo. De todas formas, me gusta escribir cuando estoy mareada (sea por causas naturales o etílicas), suelen salir cosas interesantes. Bajo mi punto de vista, claro.

Estaba hablando el otro día con un buen amigo, de la gente coherente. Bueno, de lo que escasea. Sobre todo entre determinado tipo de féminas. Chicas microondas, calientapollas y demás lindezas. Ya escribí una vez sobre ellas, pero creo que es un tema del que nunca me canso. Porque da demasiado de sí.

Si bien es cierto que cuando manipulas a alguien te sientes bastante bien (mentiría si dijera que yo no lo he hecho, o que no he disfrutado cuando una “víctima” ha sido llevada por el carril que yo quería) no entiendo la función de manipular por manipular. Es decir, en este tema, yo puedo convencer y argumentar (y esperar que cuele), pero siempre será con un fin. Se me escapa eso de convencer, sobetear y calentar para acto seguido darte la vuelta, poner carita de cordero degollado y fingir que no sabes que está pasando.

Claro que yo siempre he ido un poco kamikaze, de ir a lo bonzo. Así que el sutil arte del precalentamiento se me escurre entre las manos. Yo nunca sé que decir y me siento ridícula cuando hago algo de eso. Me entra la risa tonta y me siento patética. Así que imagino que mi enervamiento personal contra las chicas microondas proviene un poco de la envidia y de los complejos. Que no es algo que me guste, pero sí que lo asumo.

De todas formas, tengo comprobado que cuanto menos te importa la otra persona, más fácil es ser una calientapollas; total, qué más da: Lo único que quieres es sentirte halagada, hermosa y fatal, los tíos (o las tías, aunque es más complicado colársela a alguien de tu mismo sexo) son sólo los peones que te tienes que comer para llegar al premio de la satisfacción personal. Claro que una chica microondas lo hará con quien tenga a mano, le tenga pseudoaprecio o no. Otra cosa que no llego a entender, si tienes a alguien un mínimo de estima… ¿para qué hostias andas con esas zarandajas?

No sé. Como tantas otras cosas que no comprendo, me fascinan :P



1 comentario:

  1. Y es que ademas con este calor ese tipo de gente no ayuda nada nada. xD

    Que se le va a hacer... Habrá que ir a ver pagafantas! ;)

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