martes, 6 de octubre de 2009

Tjo Tjo

Y después de una planta rodadora del desierto especialmente gorda… Vuelvo a estar aquí. Con un café delante y ganas de irme a comer mis dos estupendásticas barritas sustitutivas de comida. Porque obviamente, vuelvo a estar a dieta. Es un poco… Asqueroso. Tengo un metabolismo lento y vago (a juego con mi carácter, mira tú) que me condena un poco a no poderme pasar con lo que como.

Pero bueno, que le vamos a hacer. Gajes del oficio, de ser una mujer del siglo XXI que intenta encajar en una sociedad regida por la talla 36. Pero esta vez lo estoy llevando con ánimo, lo cual es mucho decir.

Y hablando de otras cosas menos superfluas: He vuelto a la universidad. Con cuidado, poco a poco, para no escaldarme. Aunque sigo siendo igual de tonta, por lo que ya me he confundido en una asignatura que no puedo cambiar (yupi, lo sé xD). Pero mirando y repasando horarios, puedo hacer ampliación de matrícula y coger una más para el cuatrimestre que viene, por lo que la sensación de perder el tiempo está mano a mano con la que dice “relax, que todo va a salir bien”

Pos otro lado, estoy intentado llevar mis metas artísticas a cotas más altas, estoy moviendo el culo en más de una dirección, para que empiece a ser conocido. Y aunque doy pasitos muy pequeños, creo que puedo permitirme tener esperanza. Porque cosa curiosa, de un tiempo a esta parte, la ilusión y la esperanza, esas cosas tan bonitas… Bueno, digamos que se me escapan entre los dedos un poquitín. A cualquier atisbo las mato.

Y entre eso y que me he vuelto una cobarde… Uf, no me gusta mucho como estoy evolucionando como persona. No es que le tenga miedo a todo, claro, pero sí me noto con menos fuerzas para todo en general. Más concretamente, mi paciencia con las personas va agotándose a una velocidad vertiginosa. Estoy quemada y mucho, y algo dentro de mí se ha rebelado: Depende de quién seas, no tengo por qué aguantar tus desplantes.

Pero supongo que es ley de vida. Vida que por cierto, sigue adelante en muchos aspectos: La Ensalada está ya en tierras inglesas, el Fruto Seco y Jauja van a cumplir tres años de relación, yo misma estoy involucrada en una (¡surprise!) que parece que va bien y todo xD, Noffly sigue en los madriles, con ocasionales vueltas a su tierra natal, la Enfermera ha terminado su carrera y se va a poner ya a trabajar… La verdad es que para los míos parece una buena época en general.

Y al fin y al cabo eso es lo que cuenta, pese a mis miedos y mis neuras; desde hace mucho puedo decir (titubeando un poco, claro) que soy feliz.