martes, 30 de noviembre de 2010

Paso del tiempo

Esta mañana, mientras mi abuelo y yo pasabamos por una zona industrial abandonada, hemos estado hablando de lo que cambian las cosas. Esos esqueletos gigantes de fábricas, un día tuvieron en su seno a miles de empleados. A su alrededor había vida y sudor, sangre y dinero, familias enteras que trabajaban de sol a sol. Mi abuelo me contaba, que él había tenido mucha suerte: El auge empezó cuando era un chaval y terminó en los años de su juvilación.

Es extraño como pueden cambiar las cosas de un año para otro. De un cuarto de siglo a otro. Yo misma miro las cosas que pasaron hace unos años y me parecen producto de mi imaginación. Como si otras personas hubiesen vivido mi vida, como si otros me la hubiesen contado. Me parece que ha pasado una eternidad desde que salía vestida de negro, con los ojos pintados como si fuera un panda, desde mi primer novio "serio", desde mi época de colegio. De cuando era niña no me acuerdo apenas, pero seguro que ahora tampoco me lo creería.

Es extraño, pero lógico: Las personas somos volubles, cambiantes. La esencia de cada uno nunca se pierde, pero las circunstancias de nuestro al rededor, las personas, lo que nos permitimos y lo que no... Cada uno va aprendiendo, va evolucionando. Lo cual hace que me pregunte cómo seré yo a los casi 80 años de mi abuelo. Porque si con 22 me da la impresión de que he vivido mil años de experiencias, de que he cambiado tanto que a veces creo que me he pasado de vueltas, ¿qué sentiré cuando mis manos estén arrugadas? ¿Necesitaré que una señorita en bata blanca me recuerde qué pastilla tengo que tomar para vivir un día más? ¿O seré como mis abuelos, que parecen estar hechos a prueba de bomba?

Supongo que como todo, esto se debe al miedo a lo desconocido, al futuro, a lo que nos pasará y con quién. Porque a mi modo de ver, todos los seres humanos estamos acojonados. Igual no de forma consciente, pero el miedo al día de mañana es una constante casi vital que no hace más que repetirse en pequeños y grandes momentos. Porque... ¿Quien sabe?


2 comentarios:

  1. Curiosa entrada; ultimamente he pasado mucho tiempo mirando atrás y asombrandome con como han cambiado las cosas en mi vida y expresas esa idea perfectamente.
    Por otro lado esta bien ver que sigue habiendo gente que le gusta escuchar a sus abuelos contarles las historias del pasado. Yo disfrute mucho de ellas mientras pude y me alegra ver que la gente hace lo miso con los suyos.
    Lo dicho, curiosa entrada por lo cercana que me ha parecido.

    ResponderEliminar
  2. Yo vivo con mis abuelos, y aunque me repiten las hitorias mil veces, no me canso de escucharles. Es un vicio que me han generado desde pequeñita. Que le vamos a a hacer :)

    Me alegro de que te haya gustado y parecido cercana ^^

    ResponderEliminar